Por Javier Bruna: Es de sobras conocido que ante cualquier complicación en el momento del parto, se debe literalmente correr por el personal sanitario que atiende a la gestante, a fin de que el alumbramiento por vía natural o por cesárea sea hecho con la mayor prontitud.
En estos casos, cada minuto que pasa es oro, es de vital importancia para poder salvar la vida del bebé. Pero, por desgracia, son bastantes las ocasiones en que bien por ser atendida la gestante por personal no cualificado, bien por desidia del personal sanitario que atiende a la paciente, bien por no estar el quirófano preparado, o por las razones que sean, que es indistinto, lo cierto es que ésta debe esperar un tiempo excesivo en serle practicada una cesárea.
Y ésto acarrea, en la mayoría de los casos, o la muerte del recién nacido o graves anomalías del bebé; simple y llanamente por la demora en una asistencia que debe ser siempre urgente, pero que por circunstancias variadas, no siempre lo es.
Ahora bien: Ello, lógicamente, no es nunca culpa de la gestante, que merece siempre ser atendida con los niveles adecuados y pertinentes para que el parto se desarrolle en óptimas condiciones. En el caso que nos ocupa no fue así y ello ha conllevado que la Consejería de Sanidad deba indemnizar por la pérdida del bebé.
La Consejeria de Sanidad indemnizará con 136.000 euros por demora en atender un parto.
Valladolid, 28 abr (EFE).- La Consejería de Sanidad de Castilla y León indemnizará con más de 136.000 euros a los padres de una niña que falleció pocos días después del parto, después de producirse «una demora excesiva» en realizar la cesárea, por «una falta de diligencia».
Así lo reconoce la Consejería de Sanidad en una orden en la que resuelve la reclamación de responsabilidad patrimonial formulada por la familia de la niña, en un caso que ha llevado la asociación del Defensor del Paciente.
El caso se remonta a diciembre de 2006, cuando la mujer ingresó en el hospital Río Hortega de Valladolid con un parto en curso, y a quien los registros que se le realizaron evidenciaron «pérdida de bienestar fetal», tras lo que se le indicó una cesárea.
En la orden, a la que ha tenido acceso Efe, la Consejería considera que «ha quedado acreditado que en este caso existió una demora excesiva en el tiempo para realizar la cesárea, cuando se habían evidenciado indicios de un posible sufrimiento fetal, produciéndose finalmente el fallecimiento» de la niña, «días después de su alumbramiento».
El médico residente no solicitó la atención del médico ginecológico hasta una hora después de los registros, y cuando el ginecólogo de guardia indicó la necesidad de una cesárea urgente ésta se demoró porque el «único quirófano disponible estaba ocupado», según se recoge en la orden.
El procedimiento penal del caso duró seis años, según ha recordado la Asociación del Defensor del Paciente en un comunicado, y concluyó con el sobreseimiento y archivo del mismo, tras lo cual se inició la vía administrativa en noviembre de 2012 que ha terminado con esta orden de la Consejería, catorce meses después. EFE