El TSJ sentencia al Sacyl a indemnizar a un paciente que tuvo que ser operado en 13 ocasiones por una deficiente actuación de la cirujana.
Don J. J. P. A., paciente de 41 años de edad, se sometió a cirugía por presentar Esófago de Barret en el Hospital Divino Valles de Burgos el día 5/02/2008.
Durante la intervención quirúrgica se le producen al paciente dos perforaciones, distantes una de la otra 3 cms. La cirujano sólo se da cuenta de una de ellas, que soluciona en el mismo acto quirúrgico. Pero la segunda pasa inadvertida, cerrando el campo quirúrgico. Sin revisar toda la zona para asegurarse de que no se habían producido más perforaciones.
En el postoperatorio inmediato, el paciente presenta dolores que no ceden ni con cloruro mórfico, y un deterioro generalizado que va en aumento, todo ello debido a la perforación del fundus del estómago que se le provocó en la primera intervención quirúrgica y de la que nadie se dio cuenta. Se queja de forma continuada de fortísimos dolores, cuya única solución es la administración masiva y persistente de analgésicos, cada vez más potentes. Ni tan siquiera así se calman los dolores del paciente. Éstos llegan a atribuirse a un “cuadro de ansiedad”, para lo que se pautó Tranxilium.
Avisada la cirujana encargada de esta situación clínica por las enfermeras, ésta ni siquiera acude a la habitación del paciente, sino que manda la pauta de tratamiento TELEFÓNICAMENTE, sin realizar una mínima exploración del paciente. Tal fue la dejadez en este asunto. Mucho menos mandó realizar prueba diagnóstica alguna.
Así transcurren cuatro días, hasta que finalmente se decide el traslado del paciente al Hospital General Yagüe para realizar una prueba de tránsito. A su llegada al hospital, Don J. J. P. A. se encuentra comatoso: taquipneico, pálido y sudoroso. La cirujana interviniente, que se encontraba allí para recibirlo, NADA HIZO, ni siquiera exploró al paciente. Su actitud continúa siendo de absoluta pasividad.
Esta actitud sorprende sobremanera, pues avisado el cirujano de guardia apenas una hora más tarde, de forma inmediata advierte la gravedad del cuadro clínico que presenta el paciente, que manda intervención quirúrgica de urgencia, sin esperar a realizar la prueba exploratoria para la que había sido trasladado el paciente a su hospital. Tal es la gravedad que presenta el paciente.
El día 9/02/2008 el paciente fue intervenido de urgencia. En la intervención se evidencia que tenía perforado el estómago por la parte de atrás (fundus gástrico), siendo necesario rehacer la intervención practicada por la cirujana del Hospital Divino Valles.
El diagnóstico fue: SHOCK SÉPTICO DERIVADO DE PERITONITIS QUÍMICA.
La situación de paciente tras esta segunda intervención es de extrema gravedad, con fallo renal, persistencia de proceso séptico y problemas coronarios. Su evolución posterior se caracteriza por la aparición de toda una serie de complicaciones secundarias, con necrosis de buena parte del intestino delgado, que precisó ser resecado en varias ocasiones, nuevas perforaciones intestinales y dehiscencia de puntos de sutura que requieren reintervenciones repetidas, con injerto de músculo y piel en abdomen, producto de la perforación abierta que presentaba, con bordes necrosados, que tuvieron que ser recortados. Y así hasta en 13 ocasiones, en que Don J. J P. A. debió ser sometido a nuevas cirugías.
El paciente llegó a perder 25 Kg durante su estancia hospitalaria, precisando de asistencia de familiares de forma continuada, puesto que no era capaz de mover si quiera las manos. A pesar de intentarlo, le era imposible ingerir ningún alimento.
