La Sala Contenciosa del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad valenciana ha condenado a la Consejería de Sanidad a indemnizar a un menor que presenta diversas secuelas tras sufrir una herida incisa en el cráneo, que le alcanzó el cerebro, durante el parto por cesárea por el que nació en 2004 en un hospital de Valencia.
El menor sufre hemiparesia (parálisis parcial) izquierda, síndrome de West (encefalopatía epilética), retraso cognitivo con disminución de la edad de desarrollo global, retraso motor y epilepsia generalizada sintomática, según consta en la sentencia.
La madre, primeriza de 35 años y gestante de 27 semanas, ingresó en el hospital por dinámica uterina. Una rotura prematura de membranas obligó a realizar una cesárea y nació un bebé de 1.280 gramos.
La sentencia recoge que faltó el consentimiento informado para la cesárea y se le provocó al niño en el parto una herida incisa parieto-temporal, que tuvo un «inadecuado control», del que derivan las secuelas que presenta.
El tribunal cree que se infringió la lex artis en la valoración y tratamiento de la herida causada. Se consideró que había sido una abertura espontánea de una zona suturada, cuando las resonancias magnéticas pusieron de manifiesto que era «algo mucho más importante».